Como se venía especulando el gobierno elevó de 2100 a 2650 dólares por tonelada el precio de corte para las exportaciones de leche y anunció la creación de un Registro de Exportaciones Lecheras (ROEL). El esperado anuncio trae un hálito de alivio a las tensiones generadas entre los tamberos y la industria por el precio de la leche, aunque la medida, que debería ser una buena noticia, fue tomada con frialdad por los representantes de las entidades gremiales del campo, ya que se evidencia la necesidad del Gobierno de poner paños fríos a la impopular medida de aumentar los cánones de exportación de la soja, el maíz, el girasol y el trigo.

También explicaron que este tibio aumento “no sirve”, ya que las peticiones de las gremiales estiman que debe fijarse en al menos 2700 dólares para no desactualizar rápidamente el nuevo valor.


El anuncio se realizó durante la conferencia de prensa en la que se comunicaron los aumentos en las retenciones al sector agropecuario efectuado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el ministro de Economía, Miguel Peirano, y el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza.



“Esta medida permite un mejor acceso a los precios internacionales pero con límites”, destacó en declaraciones a la prensa De Urquiza.



Además, aclaró que el ROEL funcionará dentro del marco de la ONCCA y tiene como “objetivo balancear la oferta interna” y lograr que los productores tengan un precio de referencia. Estimó que con la nueva medida ese precio se ubicaría entre 0,73 y 0,75 pesos por litro de leche.



El esperado anuncio trae un hálito de alivio a las tensiones generadas entre los tamberos y la industria por el precio de la leche. Las empresas le habían advertido a los productores que si el Gobierno no modificaba el precio del “corte”, es decir el valor que las firmas reciben por cada tonelada de leche en polvo que venden en el exterior (a u$s 5.000 aproximadamente), se iban a ver obligados a disminuir ellos el valor que pagan a los campos para morigerar el impacto de lo que denunciaron como una sostenida suba de los costos. El precio de corte se encontraba en u$s 2.100 desde el acuerdo firmado con el Gobierno a comienzos de año.



La Federación Agraria Argentina (FAA) había planteado ayer que, con el incremento de los costos de producción, el valor del “corte” debería elevarse para que los productores no vieran afectada su producción.



El 13 de febrero de este año comenzó a regir la resolución 61/07 del Ministerio de Economía, que establece un precio máximo de 2100 u$s/tonelada para las ventas externas de leche en polvo entera. La diferencia entre ese valor máximo y el precio de exportación FOB se destina según indica la norma a un fondo compensador que luego se redistribuirá entre los productores lecheros.



Este nuevo límite que impondrá el Ministerio de Economía responde a un reclamo que ocupó tanto a las entidades que nuclean a tamberos como al sector industrial, ya que un precio de corte bajo perjudica a toda la cadena láctea.



Esta medida, que debería ser una buena noticia, fue tomada con frialdad por los representantes de las entidades gremiales del campo, ya que se evidencia la necesidad del Gobierno de poner paños fríos a la impopular medida de aumentar los cánones de exportación de la soja, el maíz, el girasol y el trigo.



También explicaron que este tibio aumento “no sirve”, ya que las peticiones de las gremiales estiman que debe fijarse en al menos 2700 dólares para no desactualizar rápidamente el nuevo valor. “Si se ubican en 2650 vamos a estar reclamando otra vez en tres semanas, porque los precios internacionales aumentan y entonces el corte debería subir”. A su vez, las industrias piden 3200 dólares, mientras que la mesa Provincial de la Leche insistió sobre un precio de corte “móvil”. Al parecer, ninguna de las tres propuestas será aplicada por la cartera kirchnerista.