La exitosa concurrencia de turistas a las termas de Maria Grande se vio afectada por la presencia de inspectores de AFIP y el Ministerio de Trabajo, quienes irrumpieron sorpresivamente dentro del predio. La primera tarea de inspección fue llevada a cabo por funcionarios de la AFIP, quien fiscalizó a la Sociedad Termas de Maria Grande el pasado miércoles, dentro de las oficinas que tiene en el predio. Durante la jornada de este viernes fueron agentes públicos, encargados de controlar al personal en relación de dependencia, quienes requirieron información sobre las personas que allí cumplen funciones prestando servicios, en las actividades gastronómicas, de hotelería y artesanales, dentro del emprendimiento turístico. La presencia de los inspectores, por dos días, generó muchísimo malestar en los comerciantes que se disponían a brindar la mejor atención posible a la gran cantidad de turistas que llegaron para el fin de semana largo.

Los turistas llegados a María Grande en esta Semana Santa fue elevadísima y en horas del mediodía de este viernes podían observarse colas de automóviles que alcanzaban los 300 mts., esperando abonar su entrada para ingresar, demorados por la presencia de los inspectores en las boleterias. Según algunas estimaciones los visitantes estarían en el orden de las 1500 personas.


“Justo nos caen ahora”, se lamentaba un comerciante tratando de encontrar una explicación a la coincidencia con la gran afluencia de turistas que requerían ser atendidos.


Según relata el periodista Miguel Sian, resulta curioso también el hecho de que la presencia de los inspectores del Ministerio de Trabajo coincide con una supervisión similar que se realizó en otra jornada de gran afluencia de público como fue la Exposición en la Sociedad Rural de Maria Grande, el año anterior.


Si bien los contribuyentes no rechazan atender la requisitoria de los representantes de los organismos de contralor fiscal, reniegan de las fechas utilizadas para efectuar los reclamos, ya que según manifiestan estarían dispuestos a brindarles una mejor atención en los días de menor afluencia de turistas.