Los abogados de la familia Poletti, Iván Vernengo, Rubén Pagliotto y Jorge Leitner, ponen en duda la versión policial que da cuenta de que el joven se suicidó luego de que fuera liberado la misma noche de su detención. La investigación de las circunstancias en las que Diego Poletti perdió la vida comienza a exhibir indicios que ponen en duda la versión policial sobre el hecho ocurrido entre el 14 de octubre de 2008 –cuando fue detenido por efectivos de la Policía de María Grande en la puerta del domicilio de sus padres en el barrio de calles Belgrano y San Lorenzo– y el 18, cuando fue hallado sin vida y pendiendo de un árbol en la zona de Cuatro Bocas, cerca de la ruta Nº 10 hacia María Grande Segunda, a unos 10 kilómetros de la localidad.

Los abogados de la familia Poletti, Iván Vernengo, Rubén Pagliotto y Jorge Leitner, ponen en duda la versión policial que da cuenta de que el joven se suicidó luego de que fuera liberado la misma noche de su detención. Además, cuestionan que, si se trató de un suicidio, no ocurrió en el lugar en el que fue hallado el cuerpo, en inmediaciones de la estancia Jaroslavsky y Santa Luisa. En este sentido manifestaron la hipótesis de que si Poletti se autoagredió fue en la dependencia policial donde fue trasladado luego de protagonizar un incidente familiar.


Vernengo manifestó a UNO que “Poletti no murió ahorcado en ese lugar, si se suicidó o lo ahorcaron es algo que se determinará en la investigación”, y agregó: “Vamos a intentar demostrar que de la misma surja la verdad sobre este lamentable hecho”. Por su parte, Pagliotto reiteró: “Estamos convencidos de que el lugar donde fue hallado no fue donde murió”, y agregó que “nadie lo vio salir de la comisaría cuando supuestamente fue liberado, y la dependencia está cerca de un bingo y de una plaza, y era una noche calurosa”.


Fuertes indicios
Para la querella, la instrucción de la causa exhibe serios indicios de que los hechos no ocurrieron tal como lo explicaron los efectivos de la comisaría de María Grande.
Los letrados señalaron a UNO lo que consideran puntos débiles en la versión oficial. Así, precisaron que según la versión policial, la víctima habría dado un rodeo, recorriendo unos 20 kilómetros por zona de campo, hasta llegar al lugar donde se habría colgado de un aromo utilizando los cordones de su calzado y unas medias. Sin embargo, los profesionales recorrieron el tramo que según la Policía realizó Poletti y en el camino hallaron numerosos elementos con los que podría haber ejecutado la determinante decisión de dar fin a su vida sin necesidad de utilizar sus cordones y medias. Esta situación, sumada a que el cuerpo pendía de un aromo pero tenía los pies sobre la tierra, al punto que las rodillas estaban flexionadas, los hizo dudar de la explicación oficial.
Los letrados también tuvieron en cuenta los numerosos testimonios de vecinos que señalaron que el camino aledaño al lugar del hallazgo es muy transitado, que el cuerpo no estaba lejos del camino y Poletti vestía una llamativa remera roja. En ese sentido, otros testigos manifestaron que, cuando se inició la búsqueda de Poletti por una denuncia que los padres realizaron en sede judicial en Paraná ya que no se sabía nada de su paradero desde su detención, los efectivos pasaron por la zona y no vieron el cuerpo, lo mismo que numerosos vecinos que pasan a diario por el lugar.


Fauna cadavérica
Otro elemento que los letrados tuvieron en cuenta fue que las pericias realizadas al cuerpo, a la ropa y al lugar en el que fue hallado Poletti no arrojaron rastros de los insectos característicos de la fauna cadavérica. En ese sentido destacaron que a pesar del tiempo que habría llevado sin vida a la intemperie, expuesto al calor y al ataque de animales y alimañas sólo presentaba unas picaduras de hormigas en los talones como consecuencia de que los pies tocaban el suelo.
Los abogados cuestionaron que no se tomaron los recaudos de rigor cuando Poletti fue detenido. Señalaron que no se lo registró en el libro diario de la comisaría ni en el registro de calabozos. También apuntaron a los procedimientos que se realizaron luego con el cuerpo del joven. En ese sentido mencionaron que se le entregó el cadáver y la ropa a los padres, en vez de determinar su secuestro para realizarles las pericias correspondientes.
Posteriormente se exhumó el cuerpo, que tenía la ropa al lado en una bolsa, la que sorprendió a los letrados porque estaba “llamativamente” limpia, habida cuenta de que la víctima habría recorrido varios kilómetros hasta llegar al lugar donde fue encontrada. Para Vernengo, Pagliotto y Leitner esto fue otro indicio de que Poletti no habría caminado por el monte.
A causa del incidente se registraron varias multitudinarias movilizaciones que determinaron que debiera ser removida la cúpula policial de María Grande, encabezada por Reinaldo Levrand.


Perros policías
Otra situación que debilita a la versión oficial es que, según sostuvieron los familiares en la causa, los perros de la Policía que se destinaron a la búsqueda de Poletti señalaron una habitación de la comisaría. Los canes recorrieron con insistencia el trayecto que va desde los calabozos a una escalera que conduciría a una dependencia particular. Sin embargo, los canes no pudieron pasar porque los efectivos se negaron, aduciendo que hacía falta una orden de allanamiento. Posteriormente no se solicitó la orden judicial, pero la situación pasó a formar parte de los tantos puntos oscuros de la investigación que es llevada adelante por el juez de Instrucción Alejandro Grippo.
Foto: Actividad siglo XXI