Ricardo Luis Alfonsín, pre-candidato a Presidente de la República Argentina por la Unión Cívica Radical, estuvo en Crespo durante la mañana del sábado 19 de marzo. La actividad fue coordinada por el Comité Crespo de la UCR, en compañía con el Comité Departamental Paraná Campaña de la UCR. Minutos después de las 10:00, Alfonsín arribó al acceso Arturo Illía. Desde ese lugar comenzó una caravana de vehículos hasta las calles céntricas. Luego, durante media hora, estuvo reunido con autoridades de La Agrícola Regional (Consejo Administrativo y ejecutivos). Recorrió el supermercado e instalaciones de LAR y después caminó por calle San Martín (la principal) hasta el Centro Comercial, Industrial, Agropecuario y de Servicios. Ahí brindó una conferencia de prensa para medios locales y de la región.
“Se va a terminar el despilfarro en el estado nacional”, dijo en sus primeras palabras y acotó que actualmente se “gasta mucho dinero sobre todo en publicidad. Nosotros vamos a ordenar eso, porque creo que se deben a establecer prioridades. No puede ser que se gaste más en publicidad que en educación”, sostuvo.

Relación con el sindicalismo


Sobre la relación gobierno-sindicatos, Alfonsín señaló: “Una de las deudas pendientes que tiene la democracia, se vincula a la necesidad de democratizar la organización sindical. ¡Cuidado! que yo soy un defensor fervoroso de las organizaciones sindicales. Pero a los partidos populares se les hace difícil gobernar si los sectores populares no están organizados. Por eso hay que democratizarlos”. Luego acotó: “Días atrás estuve con un grupo importante de empresarios de la Argentina. Ellos me decían que tenían miedo de la relación nuestra con el gremialismo, porque creían que el justicialismo los manejaba mejor. Entonces yo les dije que nosotros también sabemos hacer eso, si ellos quieren. ¿Creen que no podemos hacer esas concesiones que hacen con el sindicalismo y los movimientos sociales? Lo que pasa que no queremos hacerlo, porque le haría daño al país. Los empresarios exigen cambios, pero cuando nosotros proponemos cambios ellos se asustan. Pero si quieren que hagamos lo del justicialismo lo hacemos, pero así no vamos a progresar en Argentina. Nosotros creemos, por ejemplo, que a las obras sociales hay que  revisarlas, establecer controles. Se gasta mucho dinero con destino a la salud, pero es muy deficiente y poco transparente su manejo. Debemos tener el acompañamiento de todos, sobre todo de los trabajadores porque ellos son los principales interesados”.


La visión económica del país


A la hora de efectuar una visión sobre la actual situación económica del país, Alfonsín expresó: “Este gobierno no tiene un modelo. Si puede ser un criterio de que el mercado sólo, por si sólo, no resuelve el problema. En eso podemos coincidir, pero se necesitan algunas decisiones que puedan orientar y promover determinadas actividades que puedan facilitar la situación de la economía”.


El actual Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires y vicepresidente primero de la Cámara de Diputados de la Nación, acotó: “Los productos primarios valen mucho en el mundo porque China y Corea son países que demandan. Antes, en la década del ‘80 y del ’90 los productos primarios no valían tanto. Además favorece el tipo de cambio competitivo, luego de la salida de la convertibilidad. Estos dos elementos: economía mundial muy favorable para países productores de materia prima y tipo de cambio favorable, generan el crecimiento no sólo de Argentina, sino de toda América Latina. Incluso algunos países del continente crecieron más que nosotros y sin inflación”. Durante su explicación Alfonsín sostuvo: “Este país podría haberse desarrollado mucho más. Pero se tomaron decisiones erróneas, por no conocer, como con el sector agropecuario. Aquí primero debemos permitir que exprese toda su potencialidad, que se desarrolle según su posibilidad conforme a un  mercado internacional tan favorable al sector primario. En segundo lugar debemos darles políticas para industrializar el país. No han industrializado el país el último tiempo. No existe contradicción entre permitir que se desarrolle el sector primario y la industrialización. Hay que agregar valor. Hoy tenemos la misma cantidad de obreros industriales que en la década del ’90 cuando se desindustrializaba el país. En aquel momento porque se abría en forma indiscriminada nuestra economía y se cerraban las industrias”.


La gira de Alfonsín por Entre Ríos: Gualeguay y Nogoyá (el viernes), Crespo (el sábado) y La Paz (el domingo), está en el marco de su candidatura a la presidencia, en representación del sector interno denominado Movimiento de Renovación Nacional (MO.RE.NA). Las elecciones de la UCR se efectuarán el sábado 30 de abril. Durante la conferencia de prensa en Crespo estuvo acompañado por Atilio Benedetti (candidato a gobernador) y Darío Schneider (candidato a intendente). 


Los ’80, ’90 y ahora, tiempos diferentes


Alfonsín también cuestionó al gobierno actual al hablar del petróleo. “¿Saben cuánto cayó la producción del petróleo en el país?”, preguntó. Luego respondió: “Del 2003 al 2010 bajó el 18 %, en un momento en el cual su precio está por las nubes y es interesante exportar. En la década del ‘80 explotábamos 112 pozos; en el ’90 se explotaban 98 y ahora 48. Tenemos un problema serio. Por eso deberemos trabajar en inversión en materia de energía, gas, petróleo y energías alternativas para poder sostener un proceso de crecimiento. Sino vamos a tener que importar, como ocurre con el fuel oil y gasoil”. ¿En Argentina? Se preguntó y se auto respondió: “Pero el gobierno sigue diciendo que estamos bien en materia de energía. Tienen una negación de la realidad, es algo lamentable, con consecuencias para los argentinos. Hacen lo mismo que con la evolución de los precios”.


Ricardo Alfonsín también comparó los tiempos de gobiernos de su padre (Raúl Ricardo) y los actuales. “Son épocas muy diferentes. Si en la década del ’80 nos hubiera tocado un mundo como le tocó al kirchnerismo del 2003 en adelante, con una economía en expansión, otro gallo cantaría en la república. No me caben dudas de que hubiéramos ganado en el ’89 y quizás todavía seguiríamos gobernando. Son situaciones diferentes las del mundo del ’80 a la de ahora. Desde el 2003 para acá era más difícil no crecer que crecer. Si en el ’80 los productos primarios, los que ahora indican el crecimiento de toda América latina, hubieran valido lo que valen ahora… Pero no valían nada. Lo mismo con el petróleo y los minerales. Además, las tasas de interés, que pesan sobre nuestra deuda, estaban arriba del 20 por ciento y la economía mundial estaba en recesión. Cuando éramos gobierno en el mundo le cerraban las fronteras a nuestros productos porque querían defender sus economías nacionales. En Europa, por ejemplo, se registraban los índices de desempleo más altos del siglo 20”, sostuvo el candidato que en la interna del 30 de abril quiere dar el primer paso hacia el Sillón de Rivadavia.