El crecimiento sostenido es la marca que lleva durante todos estos años la empresa familiar Esperanza Blanca. Los Paulini, como se los conoce, decidieron incorporar un protocolo familiar para que los inconvenientes de la firma no se traduzcan en problemas entre sus integrantes. Recibieron en Córdoba un reconocimiento por ser una de las primeras empresas que se animó a este desafío. Los valores y creencias que supieron hacer fuerte la empresa son los que deben conservarse con su crecimiento a través del tiempo. El protocolo familiar ayuda a promover la unidad y la armonía del grupo y fomenta su compromiso por la continuidad de la misma.

Para esto, es fundamental que quienes integren la sociedad familiar se sientan beneficiados por el protocolo que acordaron y así puedan comprometerse sin restricciones.


La clave del éxito es que existan reglas claras y que sean comunicadas y explicadas adecuadamente a cada miembro de la familia.


La firma Esperanza Blanca, encabezada por Omar Jose Paulini y su esposa Graciela Galanti, y escoltada por sus cuatro hijos (María José, Hernán, José María y María Itatí), empezó a transitar una etapa de desarrollo que demanda otra manera de organización, y es así que suscribieron a un protocolo familiar para adaptarse a estos tiempos y proyectar el futuro.


“Muchas veces el problema de las empresas familiares se traduce en inconvenientes entre los mismos integrantes de la familia y no en problemas económicos. Entonces empezamos a buscar apoyo para que esto no nos suceda a nosotros”, cuenta Graciela argumentando que no puede imaginarse ver a su familia dividida por alguna desavenencia empresarial.


INICIATIVA. Cuando los Paulini visibilizaron algunos inconvenientes que no podían solucionar como familia, decidieron buscar ayuda profesional porque se dieron cuenta de que ingresaban a una etapa diferente de la empresa. El crecimiento sostenido de todos estos años requiere ahora una capacitación acorde a la organización familiar que construyeron.


“Comenzamos con un equipo de psicólogo especializado en Empresa Familiar, que nos ayudó mucho, también realizamos diversos cursos relacionados, con profesionales que conocíamos. Y en ese tanteo de buscar una forma de organizarnos encontramos esta herramienta que se llama protocolo familiar. Hicimos una capacitación en el año 2008 y en el 2009 un consultor nos ayudó a elaborarlo. Estuvimos un año entero haciéndolo, el proceso es lo más enriquecedor de todo esto y lo importante es que se organiza la empresa de aquí para nuestros herederos”, explica Graciela Galanti de Paulini.


TRABAJO ENTRE TODOS. La idea de mostrar y compartir el conocimiento con las familias que trabajan en Esperanza Blanca fue uno de los conceptos que llevaron a la firma a superarse como empresa. En este sentido, Graciela apunta que están haciendo todo lo posible para que Familia y Empresa funcionen en armonía por eso “decimos que el futuro de una empresa familiar es el futuro de muchas familias”, remarca.


Esta herramienta los ayuda a organizarse y comunicarse mejor; para esto cuentan con una reunión semanal donde se vuelcan y consensúan las estrategias a seguir y los problemas inmediatos a resolver.
Finalmente, Graciela dice que el próximo paso es la formación de la sociedad anónima donde será incorporado el protocolo familiar.
Reconocimiento


LA FAMILIA PAULINI RECIBIÓ A FINES DE NOVIEMBRE un reconocimiento por parte de la Universidad Siglo 21 y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por ser una de las pocas empresas del país que finalizaron el proceso de Protocolo Familiar y Órganos de Gobierno, tal es el nombre de la diplomatura y cursos relacionados con la organización del manejo de empresas familiares que realizaron en esa casa de estudios, organizado por el Consejo de Empresarios, la misma Universidad y el BID.
Con el convencimiento de que allí encontrarían muchas de las soluciones que estaban buscando, los Paulini hicieron la capacitación junto a sus hijos “y desde allí surgió la propuesta de la elaboración del Protocolo Familiar. No lo dudamos, fuimos uno de los primeros en inscribirnos”, aseguró Graciela Galanti de Paulini.


Carta de presentación
Esperanza Blanca fue creada por Omar José Paulini. Actualmente funciona en Cerrito, Entre Ríos, y distribuye productos lácteos a más de 150 despensas de Paraná, además de las ventas al por mayor a otras provincias argentinas. Más de 16 variedades de quesos, tres en dulce de leche, además de crema y mozzarella, constituyen la oferta de una empresa familiar en plena etapa de crecimiento.
Actualmente, cuenta con dos bocas de expendio, directas al público, ubicada una en el Acceso Norte a Paraná y la otra en el kilómetro 55 de la ruta 12 en Cerrito.


Sin haber tenido acceso a ninguna línea de créditos blandos, ni subsidios, Esperanza Blanca se constituye en una empresa familiar pujante que como principal carta de presentación exhibe la calidad de sus productos. El Diario