El Centro de Industriales Lácteos de Entre Ríos (Ciler) volvió a amasar él un proyecto integral que incluye capacitación para el sector, incorporación de tecnología limpia y una planta secadora de leche. La idea sobre este último punto es poder procesar el excedente, que en promedio anual suma nos 350.000 litros de leche, y que se acumula especialmente en primavera y verano. Así, se podría convertir el producto en polvo, para la exportación, elaboración de mezclas o base para otros con valor agregado.

De esa forma se pretende descomprimir el mercado y que no se desinflen los precios, dos factores que impactan negativamente en los productores de leche entrerrianos, que están hoy cobrando un precio de 1,50 pesos promedio por litro de leche, los más bajos de la Región Centro, indicó El Diario.


 


La idea llegó entonces al oído del intendente de Crespo, Ariel Robles, quien tomó la posta y se comunicó con el ministro de Producción, Roberto Schunk. De este modo, al titular de la cartera del área en la provincia presentarán este lunes a primera hora el proyecto integral con la planta incluida. El complejo podría funcionar si prospera en aproximadamente tres hectáreas dentro del parque industrial de la Capital de la Avicultura.


 


El parque, actualmente posee 16 hectáreas, y se proyecta incorporar algunas más, y la idea del intendente Robles es generar una política ofensiva de comercialización para atraer más inversiones a esta ciudad.


 


Según se adelantó, el jefe comunal estaría en condiciones de ceder el terreno para el emplazamiento de la planta con la idea de participar directamente dentro de la estructura legal que se elija en el seno del Ciler, compuesta hoy por 17 industrias en su mayoría Pymes que están desperdigadas en la zona central de la provincia de Entre Ríos.


 


La inversión estimada ronda los 10 millones de pesos, según consignó Robles, y para que el proyecto avance sólo falta sortear un pequeño escollo: hay que conseguir financiamiento, porque ni el Estado de Crespo, ni los industriales, poseen el dinero necesario.


 


Reunión. Para los industriales y la intendencia de Crespo resulta clave la reunión con Roberto Schunk, ya que pretenden que se aplique un esquema similar al utilizado en la planta frigorífica Swift en San José, para lo cual el Estado consiguió 70 millones de un crédito de la Nación, y donde los privados tienen una participación accionaria y encabezan la gestión.


 


Los empresarios creen que muchos de los problemas que posee la provincia anidan en la falta de industrias secadoras de leche. Hoy sólo existen tres: la de Cooperativa Tambera Paraná (Cotapa), en Paraná, que tiene problemas pero que sigue secando a la producción de pymes de la región; la de Cremigal, en General Galarza, que aún no tiene la autorización; y La Sibila en Nogoyá, del empresario rosarino Federico Boglione, que participa en otra escala, con exportaciones propias y desarrollo de productos lácteos con alta tecnología como fortificados para niños y productos premium.


 


Articulación de acciones


La provincia genera cerca de 1,5 millones de litros anuales. Cuando llega la primavera, se genera un sobre stock que deprime los precios, afectando principalmente a productores y pequeñas usinas. Para muchos la solución es tener una nueva planta en las cuales las pymes puedan absorber el excedente que posee la cuenca láctea entrerriana en las estaciones estivales.


 


Actualmente Ciler es conducida por el industrial Raúl Conte, y se inscribe en las acciones que despliega a nivel nacional la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), que ha venido desarrollando acciones a nivel institucional y en asociación con otras entidades y el Gobierno nacional para mejorar la competitividad integral de los empresarios lácteos.


El proyecto de la planta es amplio, y aún no tiene definido cuál será el marco legal con la que funcionaría, pero la idea es exportar leche en polvo, hacer descremada e incluso suero, sumándole más litros a lo que queda para mejorar el sistema entrerriano.