Apicultores de La Picada dieron a conocer los problemas que sufren en la actividad por la baja del precio de la miel, luego de la reapertura de las exportaciones, que pasó de venderse de 9,50 pesos el kilo a 7,50, después del cierre de los contratos por la suba del dólar y el costo de los insumos para la producción, indicó el asesor de la cooperativa El Espinal, Nicolás Indelangelo, quien añadió: “falta problematizar y tomar conciencia de lo indefenso que estamos en este sector”.

En diálogo con la agencia AIM, el ingeniero agrónomo sostuvo que “la miel cotizaba a 9,50 pesos el kilo, y en algunos contratos llegaba a 10 pesos, pero a mediados de la temporada 2010 2011 hubo algunos inconvenientes que hicieron bajar el precio, y cerraron los contratos de las exportaciones porque en Europa encontraron polen de plantas transgénicas en miel, lo que no es una novedad sino una nueva barrera que se les ocurrió a los exportadores para no pagar el mismo precio”.


“Entonces se cerraron los contratos de exportación hasta fines de 2011 y cuando se abrieron se pagaba el kilo de miel a 7 pesos, en el marco de la suba del dólar y de los insumos para la producción”, informó Indelangelo.


El profesional agregó que “además, un litro de gasoil valía 3,60 y ahora cuesta 4,60 entonces la relación que hay entre un kilo de miel y el precio de los insumos cayó. Cada vez necesitamos producir mucho más para sostenernos: si debo recorrer 8.000 kilómetros y los pagaba con 300 kilos de miel, ahora hay que producir 450 kilos para cubrir ese mismo costo”, ejemplificó.


Además de la baja del precio, el ingeniero agrónomo advirtió a AIMCampo sobre la “inestabilidad de los mercados”, y dijo: “los compradores aparecen y se retiran, y los análisis de los organismos genéticamente modificados (OGM) está siempre presentes, y para los apicultores no es fácil de controlar, porque se multiplicaron en su uso y el productor tiene pocas herramientas para ver dónde deriva la abeja. En La Picada, por ejemplo, no se puede evitar la soja y el maíz transgénico”.


Más adelante indicó que “el tema de los OGM es complejo porque en Argentina se liberaron sin que se demuestre que son inocuos para la salud de las personas. Eso permitió que se desarrolle un paquete tecnológico con un tridente muy claro que es siembra directa, soja transgénica y glifosato, que llevo la agricultura a zonas ganaderas y ambientalmente muy frágiles, en donde era fuerte la apicultura gracias a la flora fuertemente melífera”, agregó Indelangelo.


“Por eso las medidas a tener en cuenta no son sectoriales”, dijo  y añadió: “habría que discutir el ordenamiento territorial con la participación de todos los actores involucrados porque no es algo sólo de los apicultores, sino que pone en juego la seguridad y soberanía alimentaria”.