La jueza Gladys Pinto, titular del Juzgado Laboral Nº 1 de Paraná, dispuso la conciliación obligatoria entre el Gobierno provincial y los gremios docentes AGMER Y AMET, por el término de 20 días hábiles. Además, ordenó la “suspensión de las medidas de fuerza previstas, consistente en un paro por 72 horas previsto para los días 17, 18 y 19 de marzo”, según aclara el fallo. También se fijó una audiencia entre las partes, este lunes. La misma será a las 10:30.

El fallo tiene fecha de este viernes y salió tras la presentación de la presidenta del Consejo General de Educación (CGE), Claudia Vallori, para que la justicia intervenga en el conflicto y disponga la conciliación. 

En el dictamen, la jueza tuvo en cuenta que “fracasó la instancia conciliatoria por vía administrativa” y que desde “el año 2012 existen negociaciones entre el CGE y los gremios AGMER Y AMET (entre otros) por diferentes reclamos laborales, las que no han arrojado resultados positivos”. 

Consideró además que el rechazo de los sindicatos a la última propuesta salarial del Gobierno y la determinación de realizar una huelga “implica en los hechos un declinamiento de la continuidad del diálogo y en tal sentido se erige como un acto de clausura de la instancia administrativa”. 

Se refirió luego a que “existen dos derechos protegidos constitucionalmente y que, aparentemente, se encontrarían en pugna” en este conflicto, y son el “derecho de los trabajadores de adoptar las medidas de fuerza que consideren hacen a su derecho laboral y por el otro está el derecho a la educación de las niñas, niños y adolescentes”. Al respecto remarcó que “los directamente perjudicados” por la situación “son terceros ajenos a dicho conflicto -al menos en lo que refiere a la cuestión salarial- y que no han tenido oportunidad de ser oídos antes de tomar la decisión finalmente adoptada”. 

En tanto, la magistrada acotó que el dictado de la conciliación obligatoria “no implica de ninguna manera poner a las entidades gremiales y sus trabajadores representados por su intermedio, en una situación de inferioridad o de debilidad frente a la otra parte. No significa el fin de las paritarias ni la intencionalidad de anular el ejercicio del derecho de huelga reconocido en nuestra Constitución sino que, por el contrario, es una medida necesaria de urgencia en función de la falta de servicio educativo y de restablecimiento de un medio y ámbito de diálogo que permita intentar arribar a un acuerdo en pos de todos los actores del conflicto y de quienes son receptores directos de sus consecuencias”. 



Fuente: APF.