La comunidad huertana gianellina está de duelo. En la mañana de este domingo 28 de agosto y a los 91 años de edad y 72 de vida religiosa, falleció Alcira Rausch, “la Hermana Rita”. La misma había fundado la escuela Antonio Gianelli y con ella el populoso barrio Anacleto Medina Sur. Su partida junto a Dios ocurrió en la ciudad de Temperley, provincia de Buenos Aires.

Alcira Rausch nació el 13 de marzo de 1925 en Aldea Santa María, a 60 kilómetros de Paraná, hija de Andrés y de María, ocho hermanos, dos religiosas, uno sacerdote, nieta de aquella abuela gringa, Bárbara Stang de Rausch, que les inculcó a fuerza de tesón, a fuerza de costumbre, a fuerza de fervor diario y oración las virtudes que se destacaron durante toda su vida y que formaron aquel temple que caracterizó a la querida “Hermana Rita”.

Se sintió llamada a una vida consagrada desde muy joven, ingresó cuando tenía 16 años de edad. Fundó una escuela, que primero se llamó San Martín de Porres y luego Antonio María Gianelli, y con esa escuela, un barrio, Anacleto Medina Sur en la ciudad de Paraná.

La escuela de la hermana Rita surgió a finales de la década de 1960 en sitio prestado, y en 1971 se inauguró la actual, tres aulas, techos de zinc, patio de tierra, en la parte baja del barrio, Anacleto Medina Sur, cerca de los anegadizos.

Ella sola fundó, gestó y dirigió esta escuela, la Escuela Privada San Antonio María Gianelli (primero se llamó San Martín de Porres), durante los años en los que la orden de las Hermanas del Huerto la mantuvo destinada allí, entre 1971 y 1984. Ese año la trasladaron al Colegio Nuestra Señora del Huerto de la ciudad Victoria, y luego a Mendoza, hasta el 2000, cuando regresó a su escuela.

“Tengo todo y no tengo nada; Yo soy feliz”

En recuerdo de la Hermana Rita, FM Corazón difundió parte de una entrevista realizada años atrás:

¿Por qué Rita?

“Sabés que no sé. Creo que por el nombre de la superiora de la congregación en ese momento. Yo no lo elegí, me lo eligieron. Y no me explicaron. Solamente me pusieron ese nombre”.

¿Nunca tuvo crisis con la vocación?

“Jamás, jamás. Siempre fui feliz con la vocación. Creo que no hubiese servido para la vida matrimonial. No, de ninguna manera. Además, yo no sé cocinar, nunca supe. No sé ni hacer una sopa”.

¿Qué espera de la vida?

“Todo y nada. Lo tengo todo, no necesito nada. Tengo todo y no tengo nada. Yo soy feliz”.

La Hermana Rita, que dejó su semilla y sus enseñanzas en aquellas personas, niños y jóvenes que la conocieron partió a su encuentro con Dios en la mañana de este domingo y sus restos fueron inhumados este lunes, en la Aldea Santa María, el lugar que la vio nacer.

Fuente: Once.