La explosión demográfica de Colonia Avellaneda con el plan de viviendas recientemente inaugurado, el progreso urbano en San Benito y Oro Verde volvió a instalar el reclamo de esas comunidades para contar con un servicio de agua dulce para la red domiciliaria. Hace un tiempo que las localidades aguardan respuestas a pedidos formales individuales elevados a la Municipalidad de Paraná. En realidad, el abastecimiento del servicio para una mejor calidad de vida de los ciudadanos y el saneamiento ambiental es una demanda de una amplia región. Los problemas del agua subterránea potabilizada son padecidos por pueblos como Libertador San Martín, Crespo, Viale, Seguí, Hasenkamp y Pueblo Brugo entre otras. En total implican unas 32 localidades que contienen a alrededor de 180.000 habitantes.

Esta semana el intendente de Colonia Avellaneda, Edgardo Delizzotti, insistió con el tema y sin un nuevo planteo institucional, expresó algo similar el intendente de San Benito, Ángel Vásquez.


 


“Es una cuestión vital para nuestras comunidades, una política de Estado sin banderías políticas”, dijo a Uno el secretario de Gobierno de Colonia Avellaneda, Sergio Robles.


 


En la actualidad en esas jurisdicciones operan cooperativas que se proveen del insumo a partir de perforaciones para captar el agua subterránea.


 


La realidad es que en esas localidades las napas están contaminadas –un área de Bromatología realiza estrictos y permanentes controles– , por lo que nuevos pozos para dar respuestas a la demanda no constituyen una solución de fondo. La cooperativa de Colonia Avellaneda cuenta con tres pozos, y hay otros dos para los barrios de 200 y 400 viviendas recientemente inauguradas, que son administrados por la Municipalidad. Finalmente, hay otro que es utilizado en caso de emergencias.


 


“Se trata de remontar ese antiguo proyecto, que estaba previsto en el plan de construcción de la planta potabilizadora de Paraná, que serviría para abastecer las municipalidades satélites”, citó el funcionario.


 


Consulta


 


Al respecto, el subsecretario de Saneamiento de la Municipalidad de Paraná, Juan José Moreno, reconoció que en 2010 ingresaron los pedidos de estudios para abastecer tales poblados lindantes al ejido urbano de la capital provincial.


 


En el caso de Colonia Avellaneda, explicó que la red que se extiende hasta la zona del Parque Industrial y Estación Parera queda a cuatro kilómetros de esa población.


 


En San Benito el agua dulce está más cerca. Llega hasta el arroyo Las Tunas, por lo que está a unos pocos metros para conectarse al pueblo. Y en relación a Oro Verde, para la unión de conductos debería extenderse un acueducto paralelo a la ruta 11, desde poco más allá del Kilómetro 5 y 1/2.


 


“Ya está en condiciones de darse esa posibilidad”, planteó Moreno.


 


El funcionario municipal dijo que además de la conclusión de los estudios de factibilidad y el costo de las obras de tendido de cañerías y construcción de centros o tanques distribuidores, se deben tomar precauciones en el servicio que actualmente se presta a los paranaenses. En ese sentido, citó que entre las plantas potabilizadoras Ramírez y Echeverría se llegaron a distribuir unos 187.000 metros cúbicos en el pico del verano, elevando el suministro a más de 600 litros por habitante.


 


“Estamos consumiendo la cantidad que en el Plan Maestro elaborado con la planta Echeverría suponía para 2017”, indicó.


 


“Al agregar usuarios tendremos que incorporar medidores u otros sistemas de control, porque el consumo es abismal, exagerado”, marcó, al tiempo que destacó que el servicio de agua potable está garantizado en la capital provincial, como quedó demostrado en el verano y con las permanentes incorporaciones a la red de las nuevas urbanizaciones.


 


Un territorio más amplio


 


En realidad, el abastecimiento del servicio para una mejor calidad de vida de los ciudadanos y el saneamiento ambiental es una demanda de una amplia región.


 


Los problemas del agua subterránea potabilizada son padecidos por pueblos como Libertador San Martín, Crespo, Viale, Seguí, Hasenkamp y Pueblo Brugo entre otras. En total implican unas 32 localidades que contienen a alrededor de 180.000 habitantes.


 


Para esa región, aludió Moreno, existe un viejo proyecto de la Dirección de Obras Sanitarias de la Provincia denominado Acueducto Regional del Oeste Entrerriano. Con una traza de 180 kilómetros y centros potabilizadores en Diamante y Hernandarias, se podría satisfacer esa amplia región.


 


Las plantas en Entre Ríos


 


Pese a la particular fisonomía entrerriana, rodeada de ríos y surcadas por cursos de agua también en su interior, la mayoría de las localidades se abastecen de pozos. La necesidad de más perforaciones implica que cuanto más abajo se debe recurrir para alcanzar el suministro, más salinizada está el agua.


 


Además de Paraná, poseen plantas potabilizadoras abastecidas desde tomas en los ríos las ciudades de Victoria, Santa Elena, Villa Paranacito, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Colón y Concordia.


 


En tanto, con el apoyo del gobierno provincial y recursos del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enhosa) se planea la construcción de centros potabilizadores en Ceibas, Diamante y en La Paz.