Con los albores del nuevo siglo, llegaron a nuestro país las crisis económicas que calaron profundo en la sociedad Argentina y sus consecuencias se multiplicaron sobre todo en los sectores etarios que trazaban proyectos para lograr el desarrollo y sustento propio, en el país en que habían nacido y cursado sus estudios. La demanda de trabajo insatisfecha, especialmente en distintas ramas de la actividad productiva, y la crisis que hacia imprevisible su futuro hizo que muchos, casi un 3 % de la población, decidiera emigrar en búsqueda de lograr lo que en este suelo parecía una utopía. Dentro de esos miles de Argentinos esta Andrés Patiño (Santa Fe) y Jorgelina Leiva (Cerrito), afianzados ya en Nueva Zelanda y premiados por la Industria Láctea de ese país por su excelencia en la producción lechera. Afincados definitivamente en Winton, al sur de la isla austral en Nueva Zelanda, hablaron con este medio, para contarnos sus vivencias y proyectos en ese país

Andrés Patiño es un Ingeniero Agrónomo oriundo de Rafaela en la provincia de Santa Fe, mientras que Jorgelina Leiva, su esposa, es natural de Cerrito, ambos partieron en el 2003  para trabajar en la industria de productos lácteos y su destino fue Nueva Zelanda, un país que precisamente se caracteriza por su eficiencia y calidad en la producción láctea, considerados como líderes mundiales en industria lechera.


 


Alli comenzaron a desarrollar una familia y al tiempo de nacer su primera hija se preguntaban si este desafío valía la pena y con el tiempo se dieron cuenta que en realidad “valía la pena”.


 


Hoy, la pareja Patiño-Leiva ya tiene tres hijos, Keila Julian y Xiara y están afincados, desde hace dos años, trabajando como ordeñadores contratados por Peter y Emma Hammond, en Limehills, cerca de Winton, al sur de la isla austral en Nueva Zelanda, en una propiedad de 164 hectáreas a efectivas, más un lote de 90 ha. donde las vacas son enviadas a durante el invierno. El tambo cuenta actualmente con 500 vacas que ordeñan dos veces por día, significándoles en cada jornada una producción aproximada de 12 mil litros de leche.


 


Antes de eso, trabajaron en otros emprendimientos similares y por 1 año y medio lo hicieron también en una granja ubicada en Osorno, al sur de Chile para una empresa “Kiwi” que tiene varios emprendimientos en esa zona.


 


Con respecto a la relación que mantienen con los dueños del campo, Andres nos comentó “nosotros somos algo así como managers en el campo, tenemos un contrato por el cual proveemos la mano de obra y algunos insumos y nos llevamos un porcentaje de la leche mensual. Los planes para el año que viene es invertir en este campo y ser dueños de un porcentaje de este campo”.




Aportando algunos detalles más sobre la línea de comercialización de la leche Patiño explica que la producción es entregada diariamente a la cooperativa láctea neozelandesa, Fonterra,


la mayor procesadora y exportadora del mundo, que paga actualmente $5,25 NZD por kg de sólidos de leche (grasa + proteína)


 


Agrega además a manera de referencia que en ese país trabajador full time gana aproximadamente al año 42 mil Dólares Neozelandeses ( $ 1NZD = $ 4 argentino), la nafta cuesta $ 2,20 NZD, suplemento para ganado $300NZD la tonelada.


 


Los Patiño recibieron este año un reconocimientos especial que otorga la “Dairy Industry Awards” participaron en la categoría “Manager del año” logrando el tercer lugar, ganando además el premio RD1 al manejo de campo.


 


El productor Argentino comento se desarrolla el concurso y al respecto expresó “Los jueces venían al campo y teníamos dos horas exactas para explicarles y mostrarles los más detalladamente posible como manejábamos el campo. La presentación, para que te des una idea, es como rendir una materia en la universidad, los jueces no pueden hacer preguntas hasta el final de la disertación, solo al final pueden hacer preguntas sobre algo que no haya quedado lo suficientemente claro. La disertación se  divide en diferentes categorías y cada una tiene un puntaje diferente”


 


“Realmente disfrutó mucho  de la competencia, a pesar de que era un gran estrés”, agregó Patiño, mientras que Jorgelina dijo que “la presentación de dos horas delante de los jueces del certamen era un poco  difícil para ellos”.


 


Andrés Patiño reflexionó además que el hecho de participar en el concurso los hizo sentarse y analizar, mejor su negocio, pensar en metas y planes para el futuro por lo que ahora está considerando participar en el concurso de nuevo. ´Tengo que convencer a mi esposa´, dijo nuestro interlocutor.


 


Consultado sobre las posibilidades de que en Argentina puedan aplicarse técnicas de producción que ellos experimentan en ese país, el ingeniero rafaelino dijo “El sistema en Argentina es diferente, hay tambos en la provincia de Buenos Aires que están tratando de aplicar de alguna forma el sistema neocelandes pero no sé cómo les va. El sistema acá es mayormente pastoril y las vacas se alimentan mayoritariamente en base a la producción de pasto, tratando de usar lo menos posible los alimentos extras. El principal problema para aplicar el sistema en Argentina, es que uno no se puede escapar del contexto”.


 


A los Patiño hoy se los ve muy a gusto en Nueva Zelanda, el aire es puro, el agua es limpia, hay abundantes alimentos frescos y hasta las ciudades más grandes son lugares relativamente seguros para vivir, trabajar y jugar.


 


 Allí transcurren sus días.  Jorgelina Leiva ayuda a su esposo en la cría de terneros y colabora con las tareas de ordeñe ocupándose además de realizar los trámites y cuidar a sus niños.


 


En sus ratos libres se dedica a enseñar ejercicios aerobicos, con ritmos mayormente latinos como salsa, cumbia, samba, merengue, etc. Adema juega hockey y voleybol y  Patiño participa en clases de salsa y  se ejercita en el mini gimnasio de su casa.


 


Que es lo que más extrañan de la Argentina?


“Aparte de la familia lo que más se extraña a veces es la comida, a veces los horarios, acá salvo los supermercados todo lo demás cierra a las 5pm, se extrañan  muchas cosas en diferentes épocas del año”.


 


Finalmente llegó la reflexión sobre la idea de poder retornar a su país algún día, a lo que sin dudar dicen “ninguno de los dos venimos de familias ligadas al campo así que nos sería muy difícil algún día llegar a tener nuestro propio lugar allá. Acá se nos está dando la oportunidad de hacerlo, nadie te va a regalar nada pero si trabajas duro e inteligentemente podes llegar algún día a cumplir tus metas”. Diario Digital Parana Campaña