El Gobierno Nacional busca evitar que se reproduzca este año un fenómeno que fue muy recurrente durante 2011: la escasez de naftas. Para ello estudia formas cuyo objetivo sea el de atenuar el desabastecimiento producido por el aumento de la demanda. Según publica el diario El Cronista Comercial, el Ejecutivo “estudia dos medidas concretas” para paliar el déficit de combustibles. Una de ellas será el de poner a disponibilidad de los conductores nafta tipo Premium, la más cara del mercado interno, a valor de la variedad Súper, la más demanda y la que resulta más dificil de conseguir, cuando haya escasez de ésta.

La otra, es la de “establecer, por un tiempo determinado, la venta de un solo tipo de nafta en el mercado”. Según el matutino, en el ministerio de Planificación considerar que eso “dejaría en pié a la súper, eliminaría a la premium y aportaría mayor volumen de combustibles”. “Según el Gobierno, sería una medida posible de aplicar debido a que en el país, de acuerdo con su interpretación, no hay autos que necesiten un combustible por encima de los 95 octanos”, señala El Cronista.


 


El secretario de Energía, Daniel Cameron, se reunió la semana pasada con distintas petroleras cuando transmitió la necesidad del Gobierno de mantener abastecido al mercado. Se habría hablado de las metas de producción para este 2012, año en el que en la Casa Rosada están más que preocupados por la evolución de las importaciones, principalmente las del sector energético.


 


De acuerdo a un informe del sitio SectoresOnLine.com basado en datos del INdEC y de la Secretaría de Energía, la refinación de petróleo se encuentra en los “niveles más bajos desde 2002”, año en el que la dinámica de la actividad económica mostró sus signos más débiles.


 


“El aumento de la demanda y los problemas de abastecimiento llevaron a que las importaciones de combustibles y lubricantes sumen unos U$S8.678 millones en los primeros 11 meses del año”, señala el documento.


 


El informe indica que “el ritmo de producción de combustibles no siguió el dinamismo presentado por la demanda. Entre naftas y gas oil se observa un crecimiento en volumen del 3%, generando un cuello de botella que se refleja con el desabastecimiento en la cadena de expendio”.


 


Además señala que esto “refleja la caída en la extracción local de petróleo. Dicha producción muestra una tendencia negativa desde el año 1998 a un ritmo de caída de 1%-2% anual”.


 


Y aclara que en 2011 “esta tendencia se acentuó fuertemente con una caída acumulada del 8%, como consecuencia de los conflictos gremiales en la provincia de Santa Cruz y con ello, el abastecimiento de crudo a la industria refinadora se vio severamente afectado”.