En el cotejo semifinal revancha de la categoría Sub 17, entre Cañadita Central de Seguí y Atlético María Grande, se registraron serios incidentes que involucraron a los locales con la terna arbitral. El partido se jugó en el estadio del Tricolor y terminó cero a cero (pasó la visita porque ganó 2-1 en la ida). El árbitro, el santafesino Rodrigo Quetclas, habló con Dx3 Radio y explicó: “Estoy conmovido y mal por todo lo que sucedió. Son hechos lamentables. Estamos seguros de nuestro trabajo, de lo que hicimos dentro del campo”.

Nunca hubo un punto de entendimiento para semejante reacción. Podría haber pasado algo mucho peor teniendo en cuenta la rapidez y la certeza con que la gente ingresó al campo apenas lo di por finalizado. Fue increíble, porque si alguna persona hubiese tenido un objeto punzante esto podría haber terminado en tragedia. Fue un descontrol absoluto, más de 50 personas invadieron el terreno”, narró. Los jueces sufrieron lesiones leves y radicaron la correspondiente denuncia en la comisaría de María Grande.


En la misma, quedaron involucrados los integrantes del cuerpo técnico, toda la plantilla de 18 jugadores de Cañadita, más dirigentes identificados. Consultado sobre la presencia de directivos en las agresiones, Quetclas respondió: “Sí, hubo dirigentes en los incidentes. El presidente (Carlos Bottero) junto a otro dirigente de apellido Sauthier (Franco) que fueron identificados y correspondientemente mencionados como culpables por sus actos en la denuncia efectuada en la comisaría.


Ingresaron al campo, agredieron a la terna arbitral junto a todo el plantel y cuerpo técnico, más los simpatizantes. Los dieciocho jugadores que conformaron la lista, más el cuerpo técnico, fueron contemplados en la denuncia”. El árbitro también sostuvo: “No tuvimos reacción para escapar de esa gente que ingresó a agredirnos. Pudimos retirarnos gracias al grupo de policías que entró para resguardarnos, quienes también fueron agredidos. Los asistentes Ferreyra y Borja no pudieron llegar al medio del campo porque fueron interceptados enseguida en el camino. La policía debió dividirse en tres grupos para sacarnos. No había lugar para moverse o escapar de las agresiones”. Con respecto a las lesiones, señaló: “Nos revisó el médico policial, las lesiones no son serias, pero son muchas”.


SU DEFENSA. Carlos Bottero, presidente de Cañadita, también habló en el programa radial de fútbol de Paraná Campaña. “Yo ingresé a separar. Soy el presidente de un club, no voy a entrar a agredir a un árbitro. Me parece algo que no es lógico” dijo. También expresó: “Hubo algunas reacciones de los jugadores tras finalizar el partido, quizás molestos por algunos fallos. Los dirigentes ingresamos para tratar de separarlos, para que no sigan agrediendo a los jueces. Era muy grande el tumulto y entré a separar. Si existe alguna filmación, bienvenido sea porque allí se podrá ver que los dirigentes a los que nos acusan de ser agresores, en ningún momento lo hicimos”.


Bottero prefirió no hablar de los fallos arbitrales, porque en el primer tiempo estuvo en el sector de entradas como cobrador y luego fue a colaborar a la zona de cantinas. “No puedo decir específicamente en qué se equivocaron los árbitros. No sé porqué surgieron los inconvenientes”.


A LA PRENSA. Remigio Moyano, reportero gráfico y camarógrafo de María Grande, a la vez operador del programa radial citado, también resultó agredido. Algunos jugadores de Cañadita Central le prohibieron seguir con su labor amenazándolo.