Otra imputada, citada para declarar como presunta partícipe necesaria del vaciamiento del grupo de empresas de la familia Waigel, de Crespo, dijo ayer que fue engañada por un abogado de Hasenkamp, que le pidió que simulara una compra y terminó implicándola en la causa que se investiga en el Juzgado de Instrucción Nº 7 de Paraná. Tal como ocurriera la semana pasada, cuando un constructor de Hasenkamp citado a indagatoria, explicó que recién en esa instancia se enteró de que tenía a su nombre bienes por varios millones de pesos, que pertenecieron a la firma Miguel Waigel y Cía. o alguna de sus empresas vinculadas, ayer en el Juzgado a cargo de Elvio Garzón, una mujer dijo que la involucraron en el tema, por prestar su nombre para simular la adquisición de un inmueble.

La imputada, Sonia Milessi, domiciliada en la ciudad de Hasenkamp, a 85 kilómetros de Paraná, se presentó junto a su abogado, Rubén Pagliotto. Fuentes de la causa indicaron que la mujer reconoció haber firmado boletos en los que figuraba como compradora de un inmueble. Pero señaló que lo hizo a pedido de un abogado de su ciudad, que le explicó que quería comprar una vivienda, pero no podía hacerlo a su nombre porque se estaba divorciando. La mujer habría admitido que el letrado le ofreció dinero, que ella necesitaba para afrontar el tratamiento médico que necesitaba un familiar directo.


El profesional mencionado por Milessi sería el mismo que sindicó el albañil Vicente Mendoza, quien al declarar la semana pasada argumentó que fue engañado con el mismo ardid de la rúbrica para la compra de una casa, y que en la indagatoria se enteró de que era dueño de la planta hormigonera más importante de la provincia, además de varios inmuebles, camiones y otros bienes.


EMPLEADOS. También se presentaron a indagatoria ayer a la mañana dos ex empleados del grupo crespense, que escucharon la imputación realizada por la Fiscalía y se abstuvieron de prestar declaración, al menos por el momento. Se trata de Leandro Rípari y Jorge Waigandt, ambos de Crespo y defendidos por Marcos Rodríguez Allende y Walter Rolandelli.


Rípari y Waigandt ingresaron a trabajar en la compañía de los Waigel hace muchos años, como cadetes, y llegaron a ocupar lugares relevantes en la estructura empresarial. Cuando empezaron los problemas económicos de sus empleadores, Rípari era encargado de la planta hormigonera. El Ministerio Público llegó a determinar que la firma le transfirió a su nombre un camión, una pick up Ford Ranger y otros bienes. Fuentes consultadas por El Diario indicaron que el hombre habría dicho a sus allegados que los rodados le fueron entregados por sus ex patrones como parte de pago. No como indemnización laboral, sino como devolución de sus ahorros, que como centenares de crespenses, depositaba en el corralón y le fue retenido en esa especie de “corralito” que se generó cuando la firma entró en cesación de pagos. Jorge Waigandt, otro ex empleado que llegó a manejar los fideicomisos financieros que manejaba el grupo empresario, afronta una acusación similar, consistente en haber recibido bienes transferidos por una de las sociedades creadas por los Waigel.


Los dos se abstuvieron de declarar, y depositaron una fianza de 10.000 pesos cada uno para lograr la excarcelación. El Juzgado les impuso, además, una serie de restricciones, como la de no comunicarse con los testigos, y se supo que sus defensores no descartan que en las próximas semanas pidan una ampliación de indagatoria para que, tanto Rípari como Waigandt, den su versión de los hechos.
VERSIONES. Ayer también debían declarar Daniel Goró, de Hasenkamp, que no se presentó en el Juzgado, y Silvana Vargas, una mujer domiciliada en Crespo. Esta última llegó a Tribunales acompañada por su defensor, el abogado Leandro Datto, pero prefirió no declarar. Vargas es esposa de Daniel Campos, otro imputado que fue indagado la semana pasada. Se les endilga haber adquirido bienes inmuebles de Waigel, y si bien no son familiares ni ex empleados de los empresarios en quiebra, se menciona que serían padres de una joven que en algún momento fue novia de Miguel Waigel, uno de los ocho acusados como autores de la gigantesca estafa.


Entre las versiones que surgieron ayer en Tribunales, se destaca la de una posible ampliación de indagatoria por parte de Artemio Waigel, uno de los hijos del fundador de la empresa y padre de Nancy Waigel, última presidenta del directorio. Uno de los tantos abogados que intervienen en el expediente le dijo a El Diario que “Artemio estaría dispuesto a aclarar qué bienes de los transferidos eran de la sociedad, y cuáles eran suyos personales, para deslindar responsabilidades de las personas que le adquirieron inmuebles, rodados y otras propiedades”.


Ayer se confirmó que durante la jornada de hoy a la mañana declararán como testigos Abelardo y Valentín Cerini, los contadores que intervienen en la quiebra como síndicos, y que realizaron la denuncia penal por las posibles maniobras delictivas de vaciamiento.


Además, se precisó que para el jueves el juez Garzón citó a indagatoria a los contadores de Paraná Miguel Banega y Carlos Álvarez, imputados como partícipes necesarios.