A 199 años de la batalla de El Espinillo, librada el 22 de febrero de 1814 a 25 kilómetros de Paraná, en la que el ejército de entrerrianos y orientales derrotó a las tropas porteñas y dio origen a Entre Ríos como Estado independiente dentro de las Provincias Unidas, organizaciones no gubernamentales, entidades sindicales y vecinos autoconvocados emitieron un documento, en el que denuncian a los gobiernos que dan continuidad al programa de la contrarrevolución.

“Vecinos de la región nos autoconvocamos a orillas del arroyo Espinillo para rendir homenaje a nuestros héroes que dieron su esfuerzo y hasta su vida al servicio de la independencia y el federalismo en la Batalla del Espinillo el 22 de febrero de 1814, hace 199 años.


 


Con este saludo en una rueda de mate denunciamos a los poderosos que a dos siglos de la gesta artiguista siguen embarcados en el programa de la contrarrevolución. Denunciamos a estos gobiernos gatopardistas que cambian sus discursos para que nada cambie, y trabajan afanosamente del lado del invasor.


 


A orillas del arroyo Espinillo nació la región autónoma de Entre Ríos, no con voluntad separatista sino con visión confederal, de unidad profunda entre los pueblos de Sudamérica bajo el lema ‘naide es más que naide’.


 


Aquí se expresaron las convicciones federales en todo su esplendor, aquí floreció la conciencia de unidad de los pueblos desde el pie, y se trazaron las grandes líneas de la emancipación.


 


Y aquí venimos hoy, como lo hacemos cada año, a renovar nuestros compromisos con las raíces.


 


En aquel verano de 1814 nuestros antecesores ya tenían claro lo que se venía, porque habían dictado las Instrucciones del año XIII, bases de la revolución federal inconclusa que nos inspira, y esas Instrucciones habían sido rechazadas con el rechazo a la diputación oriental en la metrópolis. Buenos Aires ya se pintaba sola.


 


La oligarquía porteña peleaba por mantener a cualquier precio los privilegios de la capital de la colonia.


 


Amigos, compañeros: nada ha cambiado sino para empeorar.


 


No lo decimos como un lamento, lo decimos para ser conscientes del estado de las cosas.


 


Los que ayer se arrodillaban ante el rey de España hoy se arrodillan ante las multinacionales cuyo paradigma está en Monsanto y la Barrick Gold, y ante el poder militar y político que las respaldan. Entre Ríos apesta de multinacionales amparadas por los estados nacional y provincial. Tanto la Casa Rosada como la Casa Gris tienen las puertas abiertas a los grupos de poder multinacional y a sus socios locales, como cerradas a los trabajadores y campesinos.


 


Amigos, compañeros: el 22 de febrero es una fecha clave para los pueblos del litoral, para los pueblos del sur del continente.


 


Alrededor de la batalla del Espinillo que reunió a orientales y entrerrianos contra la invasión de Buenos Aires, los pueblos de la región promovieron su emblema propio con la banda roja en homenaje a la sangre derramada.


 


La sangre derramada por nuestros pueblos en siglos de resistencia a la invasión.


 


La banda roja, símbolo de las razones originarias, federales y obreras.


 


Unidad, lucha, amor, igualdad ¡qué más le vamos a pedir al emblema federal!


 


En pocos meses el pueblo organizado dictó el Reglamento de tierras que dio suertes de estancia a negros, indios, gauchos, viudas.


 


División de poderes y no monarquía, federalismo y no poder unitario continuista, asamblea del pueblo y jamás oligarquía ni plutocracia (gobierno de los ricos).


 


Aquella revolución bregó por la incorporación de los pueblos con privilegio sólo para los más infelices, y el trato de igual a igual entre criollos, gauchos, indios, negros, paisanos del interior profundo.


 


Ese es nuestro estado natural.


 


La revolución federal defendió la unidad de los pueblos contra la balcanización, esa dispersión que tanto impulsa el sistema colonial bien aceitado por las intrigas de la diplomacia británica de ayer y de hoy.


 


Faltaba la determinación contra el régimen de esclavos pero se abría una brecha desde el pie con enormes perspectivas para los humildes.


 


La cosa estaba y está muy clara con la revolución artiguista que se manifestó a pleno en este paisaje de ensueño.


 


Amigos, compañeros, compañeras: resumimos ese legado para sostener que hoy en Entre Ríos y en el país gobierna la contra revolución, y esta es una fecha clave para denunciarla.


 


Tenemos que saberlo, ser conscientes.


 


El poder político actual, pleno 2013, como títere y socio gerente a la vez de los grupos económicos concentrados y las multinacionales, promueve la tenencia y el uso de la tierra para pocos, para terratenientes y pooles; promueve que nuestro territorio, en vez de albergar la algarabía de los gurises se convierta en una cancha de negocios a gran escala.


 


Y todo desde una política extractivista y contaminante que en corto plazo nos sepultará a todos.


 


El poder político es carne y uña con los pooles de la especulación que están destruyendo la biodiversidad, saqueando a nuestro suelo.


 


Así es que hoy padecemos una constante agresión desde el poder económico y político contra los preceptos de la Liga de los Pueblos Libres que van en línea con la filosofía del Abya Yala.


 


En este sistema que los gobiernos impulsan, en su maridaje con las multinacionales, comprobamos cómo el poder financiero y sus satélites pasan sus máquinas de la especulación sobre la tierra para saquearla, y destruyen lo que ven a su paso. Las antiguas y siempre vigentes sabidurías de este litoral nos llaman en cambio a vivir en la naturaleza, sin adueñarnos, sin creernos reyes, sin derecho a romper el complejo equilibrio del planeta.


 


Para colmo, los poderosos necesitados de una credibilidad que perdieron hace mucho se vieron tentados por el prestigio de José Artigas y su pueblo, y empezaron a vestirse con un ropaje que les chinguea.


 


Hoy, de frente a nuestros muertos en el Espinillo, les gritamos: ¡basta de farsa, basta de farsantes!


 


No bastarán su cara propaganda y sus cosméticos para confundir a los pueblos. La ingeniería de su relato mentiroso no podrá contra la sencillez de la verdad.


 


Si en la Batalla del Espinillo cobró vida el sistema federal, es decir, la unidad sin destruir los procesos culturales de las regiones, hoy venimos a inclinarnos ante nuestros hermanos que dieron la vida por esos ideales y lo hacemos en momentos en que el federalismo es pisoteado y burlado desde arriba.


 


Nos inclinamos ante los mártires, para señalar a gobernadores provinciales constituidos en meros capataces del poder concentrado que es enemigo de la unidad y de la equidad.


 


Por eso alertamos: la destrucción del federalismo, aún con relatos retorcidos que intentan ocultarla, es un escalón en la vía de la balcanización.


 


Los que se burlan de la bandera federal son principales responsables de la tendencia a la desintegración, es decir: le hacen el favor al poder imperialista que nos quiere divididos y maniatados.


 


Una camarilla de dirigentes inescrupulosos grita Artigas y practica Rivadavia. Grita Artigas y practica Mitre, practica Roca. Dice Latinoamérica y le hace el juego a la diplomacia colonial.


 


Y lo hace con un séquito de seudo historiadores paniaguados porteñistas que mienten, con una modalidad muy clara: mientras subrayan valores ciertos de ayer, se abrazan a los farsantes de hoy. Entonces tergiversan, embarran, desvían, validos de una propaganda que pagamos todos.


 


Ante la ausencia total de correspondencia entre la ancha bandera de la banda roja y los verdaderos intereses mezquinos de los gobernantes, levantamos hoy nuestra bandera sin dueños, para que no la tengan de rehén, para que recobre su luz con la legitimidad de los trabajadores.


 


Nadie puede servir a las multinacionales del comercio como los hipermercados y llamarse artiguista. Es una afrenta, sino un mal chiste.


 


Nadie puede servir como sirven estos gobiernos a los pooles de la especulación, a las grandes exportadoras e importadoras, a las firmas adueñadas de las patentes, a las proveedoras de insumos, sin ofender a los héroes del Espinillo.


 


Ni tienen derecho a pagar deudas fraudulentas sin investigarlas como deben, hasta las últimas consecuencias, porque en esos pagos multimillonarios a sus socios se va la salud, el alimento y la tranquilidad de las familias nuestras.


 


Nadie puede servir como sirven estos gobiernos a los monopolios y oligopolios del transporte y la patria contratista, a las megamineras y a los campeones del glifosato y los transgénicos bien patentados que hacen estratos en la región; nadie puede servir como sirven a los invasores que desembarcaron para envenenarnos, saquearnos y desterrarnos, y a la vez nombrar a nuestros héroes. ¡Los están ensuciando. El relato falso es una deshonra!


 


No, hermanos: no hay derecho a pronunciar la palabra Artigas y promover la fractura hidráulica para el extractivismo colonial, poniendo en riesgo el agua, la biodiversidad, la vida. El poder que aquí es sinónimo de fracking quiere medrar con la historia como está medrando con las multinacionales.


 


Y se excusa en la necesidad energética cuando esta región inundó decenas de miles de hectáreas ya en Salto Grande, y algunos departamentos vecinos de la empresa hidroeléctrica desde entonces no hacen más que expulsar a sus hijos por falta de oportunidades de trabajo.


 


La memoria de los entrerrianos que lucharon junto a los orientales, santafesinos, correntinos, misioneros y cordobeses; la memoria del gaucho, el africano, el charrúa, el guaraní, el chaná y tantos migrantes que dieron su sangre aquí, está siendo estafada por el mismo poder que desde hace años sirve a los ricos del mundo, a los ricos de aquí y de allá, y hoy lo hace de una manera irritante también por el engaño con que maquilla sus discursos.


 


Amigos, vecinos, compañeros: Artigas Vuelve. Es una gran noticia para los pueblos.


 


Pero Artigas vuelve por el otro lado, y es una pésima noticia para los farsantes.


 


O se está con el imperialismo o se está con la independencia y la dignidad del pueblo, no hay vueltas.


 


Si los gobernantes insisten con este modelo de concentración y extractivismo en sociedad con las corporaciones y las multinacionales; si los gobernantes no están con los trabajadores, ya les caerá el juicio de la historia.


 


No tienen opciones: o pegan un viraje de 180 grados, o dejan en paz a Artigas, es decir, dejan de toquetear los tesoros del pueblo.


 


No es buscando fama en los escenarios, las canchas, el carnaval, no es con falsas simpatías como se quitarán el olor a oligarcas. No esconderán bajo sus relatos embusteros el servicio que le prestan al sistema perverso. ¡Basta de engañar a nuestros jóvenes!


 


Hoy nos comprometemos ante los huesos de nuestros mártires a resistir el atropello y seguir caminando por la ancha alameda que van trazando los pueblos en esta tierra desde hace miles de años, y que una caterva de ventajeros no podrá entorpecer.


 


En el segundo centenario de las Instrucciones del año XIII, estamos organizando un encuentro en Paraná que realizaremos el jueves 18 de abril de este año. Será una jornada americanista desde la unidad y la independencia que llevamos en germen y cultivamos por distintas vías los pueblos del Abya Yala.


 


Con la mirada en el Espinillo, en la plenitud que nos da la entrega sin medidas de aquellos americanos, invitamos entonces a todos los vecinos a esa celebración de identidad y conciencia que preparamos para el próximo otoño.


 


Será una forma también de resistir al vendaval volviendo a las fuentes.


 


Amigos, compañeros: ¡Sí al Espinillo, sí a las Instrucciones del XIII, sí a la banda roja, sí al reparto de tierras, sí a la historia milenaria de este suelo!


 


¡No a la farsa, no a la contrarrevolución enmascarada, no a los reaccionarios atornillados al poder!


 


Que viva Artigas, que viva la escuela pública alzada contra la historia oficial, que viva la revolución desde el pie.


 


Que viva el federalismo porque es dignidad y solidaridad y es garantía de unidad y liberación.


 


Que viva la unidad entrerriano oriental por encima y por debajo de las fronteras impuestas por la diplomacia enemiga; que viva la confederación de pueblos del Abya Yala, y que viva el reparto de la tierra para la producción sustentable y el arraigo.


 


Que vivan la mujer y el hombre en armonía con la naturaleza, y conscientes de los vicios del pretendido sistema único. Que vivan los jóvenes de nuestros barrios y nuestras zonas rurales regadas de taperas; las chicas y los muchachos que con austeridad y esfuerzo sabrán revertir la tendencia actual del poder que quiere enredarlos y abortar sus sueños con el entretenimiento banal, la droga, el farandulismo y el sistema clientelar.


 


Que viva Guasurarí, que viva Ansina, que viva Artigas, que vivan Juana Azurduy, María Remedios del Valle, Micaela Bastidas.


 


Que vivan los valientes gauchos entrerrianos y orientales, mujeres y hombres que hace 199 años tomaron conciencia de las patrañas del sistema, ellos sí tomaron conciencia, y resistieron la invasión a punta de lanza, en las orillas de nuestro hermoso arroyo Espinillo.


 


Compañeros: Artigas vuelve porque Artigas nunca se fue de nuestros corazones. Vuelve pero no con los ruidos de la farsa sino con la serenidad, con la música de lo auténtico. Y vuelve con las luchas de los pueblos”.


 


A la vera del arroyo Espinillo, departamento Paraná, febrero de 2013.


 Seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer)


 Junta Americana por los Pueblos Libres


 Foro Artiguista Entrerriano


 Corriente Clasista y Combativa


 Vecinos autoconvocados