Alrededor de las 11:30 de este jueves, un centenar de personas despidió sus restos en el Cementerio Parque de General Paz. Cuando se producía su entierro, el ex candidato a Intendente de Cerrito por la UCR, Heber Leonardt, le dirigió las últimas palabras a su amigo de tantos años: “Hoy nos toca despedir a quien ya traspasó por muchos de nosotros la barrera de una amistad, y lo consideramos parte de la familia. Yo recordaba anoche, el día que lo conocimos por primera vez, en la casa del doctor Maín, donde nos habíamos juntado para charlar de política. Desde ese día comenzamos a trabajar; compartimos la peña, tantos momentos. Y el día que asumió la diputación y nos dijo- muchachos, hay que trabajar por el pueblo- nosotros lo acompañamos, cumplimos y siempre tenía esa preocupación. Hasta los últimos días, cuando uno iba a verlo, estaba interesado con su UCR, en qué había pasado en las internas, quién conducía el Comité en un lado, en otro…”. Además, el testimonio del ex Presidente Municipal de Paraná, Sergio Varisco.

Heber Leonardt

“Era realmente un político de raza, un radical entrañable para nosotros, un médico y un amigo que se prestó a todos sin distinguir raza, religión ni colores políticos. Pero nunca olvidaba sus principios, que siempre decía que en su mayoría había aprendido de Carlos Acedo (ex Intendente de Hasenkamp) a mirar el prójimo y a hacer radicalismo. Queríamos dejarte estas palabras Turco y decirte que en nuestra rueda, en nuestras charlas y en nuestras peñas, vas a dejar un espacio que va a ser difícil de llenar. Trataremos de sobrellevar y recordarte como lo que fuiste: un hombre humilde, al servicio, con tus errores y virtudes”.

Serio Varisco

“Despedirlo a José María es pensar en los tres amores que él tuvo: sus hijos, su vocación de médico y su credo político que fue la Unión Cívica Radical; tres amores que llenaron su corta vida y que los hizo con generosidad, con mucho trabajo, con optimismo y fundamentalmente con mucha pasión. Cuando le toco cumplir una responsabilidad, nos dejó orgullosos a todos como cuando fue director del hospital o cuando fue diputado, y puso el acento en lo que era su sueño, la medicina social y trabajo incesantemente por lograr una ley que no se pudo, una nueva ley de salud para la provincia de Entre Ríos”.

“El Turco nos dejó esas enseñanzas y lo pudo hacer porque como decía Heber, tenías esas cosas propias de la naturalidad de su persona, que era su optimismo, su fuerza y la mano generosa. En Paraná era nuestra rueda de auxilio para cualquier trámite de salud, para atender a un enfermo sin cobrar absolutamente nada, propio de su vocación social por la medicina. Pero como dice Atahualpa Yupanqui, algunos mueren para volver a nacer. No será necesario recordarlo, él va a estar presente siempre, absolutamente siempre. Como decía Ricardo Balbín, él no necesita nuestro homenaje, somos nosotros los que venimos acá para pensar en su vida, porque nosotros lo necesitamos a él para que sea nuestra antorcha y nuestra guía. Y para que en los momentos difíciles que nos toque vivir, pensemos que hubiese hecho él en nuestra circunstancia”.

“Hasta en los peores momentos de su salud nos preguntaba cosas de la política y soñaba qué hacer cuando se repusiera, cómo actuar. Amigo de los amigos, no fue un político como se dice hoy, correcto, al contrario, él planteaba con coraje y con firmeza lo que pensaba, le guste a quien le guste. Creo que él no se merece ir en silencio, se merece nuestro estruendoso aplauso”.



Fuente y foto: Paraná Campaña.