Entre el 1 de septiembre y el 31 de octubre, Entre Ríos se sumará a la campaña nacional de vacunación contra el sarampión y la poliomielitis, para consolidar la eliminación de estas enfermedades, y de la rubeola para interrumpir su transmisión endémica. La estrategia sanitaria que se implementará desde hospitales y centros de salud, comprenderá a niños de 1 a 4 años, inclusive, independientemente de que tengan el carné de vacunación al día.

Una dosis extra de dos vacunas, la doble viral y la Sabin para todos los niños de 1 a 4 años será el eje de la campaña de seguimiento de sarampión y rubéola. De esta manera, Entre Ríos se suma a esta estrategia de prevención sanitaria que se iniciará el 1 de septiembre y culminará el 31 de octubre en todo el país. La finalidad de la iniciativa sanitaria es sostener la eliminación de estas tres enfermedades, esto es, consolidar la eliminación de sarampión y poliomielitis, e interrumpir la transmisión endémica de la rubéola. 

“Trabajamos para consolidar estrategias que nos permitan mejorar la calidad de vida de nuestra población y por ello incentivamos en forma permanente que todos los niños entrerrianos cuenten con un esquema de vacunación completo”, expresó el ministro de Salud, Hugo Cettour, y agregó que “la provincia adhirió a esta iniciativa porque implica aplicar dosis extras en dos vacunas que por un lado son gratuitas y obligatorias pero por otro permiten que enfermedades graves que han generado mortalidad, trastornos y secuelas continúen alejadas de nuestra provincia, del país y el continente”. 

La responsable del Programa Ampliado de Inmunizaciones, Albana Gavini, puntualizó que la campaña destinada a niños menores de 4 años busca “reforzar la eliminación del sarampión la rubéola y la poliomielitis, tres enfermedades que están prácticamente eliminadas de nuestro continente; y también tratar de eliminar completamente el síndrome de rubéola congénita”. 

Al respecto, explicó que cada cinco años se efectúa una campaña de seguimiento independientemente del calendario regular. Esto implica que, por ejemplo, cuando acuda al vacunatorio con sus padres, al niño no se le va a controlar si tiene o no la dosis pertinente previa. En relación al objetivo de la medida sanitaria, Gavini amplió: “El propósito final es consolidar la eliminación de estas enfermedades porque de las Américas están eliminadas pero de los otros continentes no. Entonces siempre estamos ante el inminente peligro de que haya algún brote por casos importados, ya sea de África o de Europa, donde persisten brotes de sarampión y poliomielitis. Está totalmente demostrado que gracias a estas campañas de seguimiento se ha mantenido la eliminación de estas enfermedades en nuestro país”, aseguró. 

Cabe destacar que a los niños con inmunodeficiencias de nacimiento o adquiridas, y a las personas que viven con ellos, se les aplicará la vacuna Salk (que está elaborada con los virus inactivados) en lugar de la Sabin oral. 

Logística de la campaña 

En las dos primeras semanas de septiembre la campaña de vacunación será, principalmente, intramuros. Esto ocurre cuando los padres llevan a sus niños a los vacunatorios de los hospitales o centros de salud. La segunda quincena de septiembre, Salud saldrá a buscar a la población objetivo. Lo que implica que los agentes sanitarios y enfermeros recorrerán instituciones educativas como jardines escolares y maternales para tratar de captar el mayor número de niños. Ya en octubre, se vacunarán a aquellos niños que no fueron vacunados aún y se procederá a realizar el monitoreo. Esto permitirá saber si el objetivo de cobertura está cumplido o no. 

Respecto a la razón de ser de la edad objetivo, de 1 a 4 años, la responsable del PAI indicó que “la vacuna de sarampión y rubéola, la triple viral o doble viral, tiene un 90 por ciento de efectividad, se aplica al año de edad y a medida que van pasando los años se acumulan susceptibles, el 10 por ciento de los niños en los cuales la vacuna no es efectiva”. Entonces, para “disminuir la población de susceptibles, los menores de cuatro años, se vacuna independientemente del calendario regular”. 

De esta manera, el Ministerio de Salud capta a los niños que no se aplicaron la vacuna al año y refuerza la inmunización en quienes sí cumplieron con el calendario regular completo. 

La importancia de prevenir 

Para que sea eficiente la vacunación se tiene que llegar al 95 por ciento de cobertura, lo que implica, llegar a lo máximo de la población estimada. A nivel nacional y provincial, las carteras sanitarias convinieron que la vacunación se realice en toda la población objetivo y alcance el 100 por ciento de cobertura. “Lo ideal sería vacunar al 95 por ciento pero el objetivo principal es vacunar al 100 por ciento de todos los niños de 1 a 4 años inclusive”, detalló Gavini. 
En torno a la importancia de cumplir con esta campaña de seguimiento, la profesional especificó que “el sarampión, la rubéola, el síndrome de rubéola congénita y la poliomielitis, están erradicadas de nuestro continente gracias a la vacunación”. De ahí surge la estrategia sanitaria de “seguir manteniendo estas enfermedades eliminadas de nuestro continente, lo que se consigue a través de las campañas de seguimiento en menores de cinco años, implementadas históricamente por Argentina cada cinco años”. 

En torno a las enfermedades de las cuales protege esta campaña, Gavini subrayó: “La poliomielitis es una enfermedad grave que produce parálisis, deja secuelas de por vida, no se cura ni se puede tratar y no tiene retorno. En 2000 tuvimos uno de los brotes más grandes de sarampión y muchos niños menores de cinco años fallecieron a causa de esta enfermedad. Y el síndrome de rubéola congénita es uno de los síndromes más terribles producidos por un virus que genera mucha carga de enfermedad en los niños que no nacieron”. Y agregó: “Si un niño padece rubéola y contagia a la mamá embarazada en el primer trimestre, este virus va a afectar la parte neurológica y las células cardíacas. Y ese niño por lo general tendrá malformaciones cardíacas, trastornos del sistema neural como microcefalia, ceguera, sordera. Otras veces los embarazos terminan en un aborto espontáneo. Y si afecta en el segundo trimestre de embarazo también puede traer muchas consecuencias”. 


Características de las enfermedades 

El sarampión es una enfermedad muy contagiosa producida por un virus y que afecta principalmente a niños menores de 5 años. Puede llegar a causar neumonía, convulsiones, ceguera, retraso mental, encefalitis e incluso la muerte. Se presenta con fiebre, sarpullido, conjuntivitis, congestión nasal y/o tos. En algunos casos, puede no tener todas las manifestaciones clínicas siendo un sarampión “atenuado”. Esta enfermedad se transmite muy fácilmente por contacto con las personas que están incubando o ya están cursando la enfermedad. La vía de transmisión es respiratoria, por la salida del virus en las gotitas de saliva que se expulsan al hablar, toser o estornudar, o por el contacto con objetos contaminados con estas secreciones. No existe tratamiento específico para esta enfermedad y la única forma de prevenir el sarampión es mediante la vacunación. Desde 1998 no se registran fallecimientos por sarampión gracias a la vacuna, ni se reportan casos autóctonos de sarampión desde 2000 en el país. 

La rubéola es una enfermedad viral que se transmite por aire. Por lo general aparece en la infancia. Sin embargo, si una mujer contrae rubéola al inicio de su embarazo, hay un alto riesgo de que el feto tenga alteraciones graves como retraso mental, cataratas, sordera y cardiopatía de elevada mortalidad. La rubéola se caracteriza por la aparición de pequeñas erupciones en la piel de un color rosáceo que se inician en la cabeza y progresan hacia los pies. Después puede aparecer malestar general, fiebre, conjuntivitis, enrojecimiento de los ojos, dolor de garganta e inflamación de los ganglios alrededor de la nuca y en la región posterior de las orejas. Para prevenirla se tiene que recibir el esquema completo de vacunación. Todas las personas deben contar con dos dosis de la vacuna doble y/o triple viral: una dosis al año de vida, y un refuerzo durante el ingreso escolar (5 – 6 años) de vacuna triple viral. 

Durante el puerperio, la madre debe vacunarse de inmediato en el caso de no tener el esquema completo. Esta patología en Argentina se encuentra en vías de eliminación. 

La poliomielitis o polio, históricamente conocida como “parálisis infantil” es una enfermedad infecciosa aguda ocasionada por un virus. Puede atacar al sistema nervioso y destruir las células encargadas del control de los músculos, produciendo parálisis con secuelas permanentes. Afecta principalmente a los niños menores de 3 años, pero puede darse en niños mayores e incluso en adultos. Es transmitida principalmente al ingerir alimentos o agua contaminados con el poliovirus. Cuando una persona está infectada con el virus de la poliomielitis, lo puede eliminar durante unas semanas a través de la materia fecal. 


Tomar agua contaminada y no lavarse las manos después de usar el baño o cambiar pañales son factores que facilitan la transmisión. El período de incubación desde el momento de exposición al virus hasta la aparición de parálisis es de 7 a 21 días, con un máximo de 40 días. Tampoco existe tratamiento específico para la poliomielitis. Y la única forma de prevenir la polio es la vacunación. En Argentina no se detecta circulación autóctona del virus de poliomielitis salvaje desde 1984.