La tía-abuela de Fausto Benjamín Palavecino (el adolescente que pelea por su vida en el hospital San Martin de Paraná tras incursionar en el fatídico juego de la “ballena azul”), Marta Almirón, brindó un escalofriante relato a nuestro diario digital, donde reveló casi de manera pormenorizada cómo fueron los momentos en los cuales el menor de 16 años, oriundo de Estación El Palenque, cumplía con las perversas 50 etapas encomendadas por un hacker a través de las redes sociales.

Cómo empezó todo

“El papá y el hermano menor encontraron algunos indicios en su celular, en la parte de Facebook, y empezaron a dudar. Tienen la certeza, que prácticamente vivió el juego desde el comienzo compartiéndolo con su hermano”, confesó Almirón.

“Él hermano vio todo, paso a paso, la pruebas que tenía que hacer, e incluso encuentran cosas en youtube donde su hermano filmaba desde arriba del techo, tenía que mostrar las pruebas que él tenía que superar y subir esos videos para demostrar que se iba a animar desde un precipicio”.

Según la familiar, la justicia investiga el caso y aún se desconoce la identidad de la persona con la que tenía contacto.

Lo que se decía en la escuela

“En una charla que brindó el viernes en la Escuela 73,  la prima de Fausto, Florencia Regali, hubo muchos interrogantes, mucha sorpresa y algunos habían sospechado porque le habían visto algunos cortes en los brazos y él los amenazaba para que no contaran”, dijo Marta Almirón.

Asimismo, admitió:” Luego de la charla, tres chicos se levantan y dicen que ellos sabían algo y no se animaban a contarlo por miedo a Fausto que los había amenazado. Él contestaba que quería ser Emo (tribu urbana que tuvo sus orígenes a mediados de la década de 1980 en Estados Unidos) y los Emo no se hablaban con las personas. Lo demostraba con la vestimenta y las actitudes”.

Por otro lado, la tía-abuela también aseguró que “no se trata del primer caso en El Palenque, ya que se sospecha que otro chico del pueblo estaba en la misma situación por el mismo juego, pero gracias a Dios los familiares están tratándolo a tiempo”.

Su mensaje final fue para concientizar a la sociedad sobre este peligroso juego de la “ballena azul” que ya se ha cobrado la vida de muchos adolescentes en nuestro país y el mundo.

“Les pido a los papás que vigilen a los chicos. Pídanle las contraseñas o los patrones que les ponen porque no se los quieren dar, y hoy en día hay muchos peligros para la adolescencia; se dejan llevar ante las amenazas de que si vos no lo hacés sos un cobarde (…)”, concluyó.